miércoles, 23 de mayo de 2018

PLIS lamenta que el parlamento balear no permita el castellano como lengua vehicular ni siquiera a alumnos con graves problemas de aprendizaje.

         El rechazo del Parlamento a la propuesta de Ciudadanos de que puedan estudiar en lengua materna al menos los alumnos castellanohablantes de necesidades especiales, con dificultades de aprendizaje y de lectoescritura, y los alumnos castellanohablantes  recién incorporados  significa que a nuestros gobernantes les importa mucho la ingeniería política y muy poco  las más elementales reglas de la pedagogía.

Eco en 20 minutos
Palma,  23 de mayo de 2018



PLIS. Educación, por favor defiende la libertad de elección de lengua vehicular en todos los niveles, pero mientras esto no se haga realidad "es de una absoluta crueldad negar a alumnos especialmente vulnerables el derecho a disponer de la herramienta pedagógica más eficaz, reconocida por la UNESCO y todos los pedagogos del mundo, la lengua materna"

La decisión del Parlamento de rechazar la propuesta de Ciudadanos de permitir la lengua castellana como lengua vehicular en asignaturas troncales para aquellos alumnos con necesidades especiales que presentan graves problemas de aprendizaje demuestra que, para los partidos que forman la mayoría parlamentaria y que gobiernan, la personalización de la educación, la adaptación al alumno y la inclusión son solo retórica vacía, ya que a la hora de la verdad castigan con una crueldad inconcebible a los más necesitados. "Cualquiera con sentido común, algo de lo que carecen los políticos que gobiernan en Baleares, sabe que a un alumno con problemas de aprendizaje no se le han de añadir obstáculos innecesarios, como lo es estudiar en lengua no materna".

La misma insensibilidad y fanatismo ha demostrado el Parlament rechazando que durante un año o dos los alumnos procedentes de países o de comunidades autónomas castellanohablantes puedan estudiar asignaturas troncales en castellano. "Hacer que un alumno de 17 años, procedente por ejemplo de Chile y recién matriculado en un centro balear, tenga que estudiar matemáticas, historia, filosofía, etc. de bachillerato, a las puertas de la selectividad, en una lengua que no entiende, es condenarle al fracaso y al abandono escolar, en el peor de los caso, a la repetición, en el mejor. Imagínense la misma situación en un niño de 12 años".

"Una lengua impuesta con tal fanatismo, sin atender a las circunstancias personales del alumno, anteponiendo un fantasmagórico principio de la cohesión social, que no es tal, sino lo contrario, solo puede provocar rechazo; es el peor servicio que puede rendirse al catalán". PLIS Educación, por favor espera que una nueva mayoría parlamentaria, surgida de las próximas elecciones, pueda poner sentido común en la enseñanza y realizar los necesarios cambios legales que acaben con la inmersión obligatoria, convertida en una vaca sagrada de tipo religioso, no pedagógico.