domingo, 28 de enero de 2018

La inmersión lingüística obligatoria que pretende blindar el Govern en la futura ley educativa es ajena los más elementales principios pedagógicos.

La asociación de profesores PLIS. Educación, por favor sostiene que las lenguas vehiculares tienen justificación sólo si sirven de forma eficaz al  aprendizaje de materias no lingüísticas. Tomar todo el sistema educativo como rehén para aprender una lengua es una barbaridad desde el punto de vista pedagógico, ya que, al aplicarse de forma obligatoria, disminuye en muchos niños la capacidad de aprender.

Palma,  29 de enero de 2018



"Volcar todo un sistema educativo en la llamada inmersión lingüística obligatoria, con el único objetivo de dominar el catalán, considerando objetivo secundario el aprendizaje de materias no lingüísticas, matemáticas, historia, ciencias, filosofía, etc. es, además de un atentado pedagógico, una inmoralidad". No se trata de una acusación gratuita, el borrador que el govern balear ha presentado para la elaboración de una Ley educativa balear dice varias veces y con solemnidad, que se ha de lograr la 'implantació, ja des del primer ensenyament, del model lingüístic més adequat perquè els alumnes, al llarg del procés escolar obligatori, arribin a assolir un bon domini de les dues llengües oficials, amb independència de quina sigui la seva llengua familiar" y que "el català, com a llengua oficial pròpia de les illes Balears, ha de ser la llengua normalment emprada com a llengua vehicular i d’aprenentatge del sistema educatiu"
(apartado 2.1. de la  
PROPOSTA DE MODEL LINGÚÍSTIC ESCOLAR A LA COMUNITAT AUTÒNOMA DE LES ILLES BALEARS, expediente 14/2018, emisor TBR/DGFPFP) Es decir, ninguna mención a garantizar el mejor aprendizaje posible de las materias no lingüísticas.
El Govern es refractario a la evidencia pedagógica, sancionada por las UNESCO y por todos los pedagogos, de que la lengua materna es la lengua que mejor sirve al alumno en su aprendizaje, sobre todo en la enseñanza básica. Además, la libre elección de lengua de primera enseñanza es un derecho consagrado por una ley superior y el Govern balear no debería jugar a su supresión. Un alumno debe aprender a leer y a escribir y a fortalecer su capacidad de aprendizaje en la lengua materna, o en la lengua elegida libremente. Unas vez consolidada la competencia de lectura y escritura en su lengua materna se puede pensar en incorporar como lengua vehicular una segunda lengua y hasta una tercera lengua. No seguir este proceso infringe las más elementales normas de la pedagogía.

"Desde el punto de vista del aprendizaje de la lengua catalana, PLIS. Educación, por favor rebate que la inmersión obligatoria sea la única manera de lograr el dominio del catalán, el idioma presuntamente minorizado. Este es un axioma que no tiene ninguna base pedagógica y sí, por desgracia base política. El mismo objetivo de dominar el catalán y castellano se puede conseguir, sin violentar los derechos de los padres, mediante dos modelos, a) la libertad de elección de lengua vehicular en la primera enseñanza e incorporación progresiva de la otra lengua oficial y de una lengua extranjera y b) enseñanza en dos idiomas vehiculares. Cualquiera de estas dos alternativas es preferible a la inmersión obligatoria, una verdadera losa para aprender". "Un simple ejercicio matemático nos demuestra que, contando con 175 días lectivos al año, en el supuesto de una enseñanza en dos lenguas vehiculares, los alumnos recibirían, desde primero de infantil a segundo bachillerato, nada menos que casi 9.000 horas de clase tanto en catalán como en castellano. Ni el nacionalista más acérrimo puede decir que 9.000 horas son insuficientes para aprender un idioma"

PLIS. Educación, por favor vuelve a insistir en los claros perjuicios de aprendizaje que una inmersión obligatoria produce en alumnos de lengua materna castellana: disminución de aprendizaje de lectoescritura, disminución de aprendizaje en alumnos de reciente incorporación, dificultades sobrevenidas a alumnos con dificultades de aprendizaje, disminución de la capacidad de atención a alumnos con déficit de atención, obstáculos insalvables a alumnos con graves dificultades de escritura, lectura y comprensión, etc.