La asociación PLIS. Educación, por favor apoya la campaña "Hablamos español", que pretende algo que en cualquier país desarrollado es normal: equiparar el catalán y castellano como lenguas vehiculares de enseñanza y proover su libertad de elección.
"Pretender que el objetivo lingüístico es conseguir competencia comunicativa en las lenguas oficiales es exigir muy poco de un sistema educativo, ya que para ello no haría falta ir a la escuela".
PLIS. Educación, por favor sostiene que, si se pretende prestigiar la enseñanza, hay que exigir de ella metas más altas, como que los alumnos sean capaces de dominar un registro culto en las dos lenguas oficiales, resgistro culto que sólo puede alcanzarse si las dos lenguas son vehiculares. "Una lengua que no se usa en la escuela para leer historia, filosofía, literatura, etc. queda inutilizada como medio de cultura. No nos engañemos, precisamente esto es lo que pretenden los partidarios de la inmersión obligatoria en catalán, convertir el castellano en un idioma de uso oral, de patio o de calle, incapaz de identificarse con las elites políticas y de generar cultura, bajo el falaz pretexto de que ya se aprende a través de los medios de comunicación".
Además del argumento anterior, la libertad de elegir el castellano y el catalán como lenguas vehiculares viene exigida por el sentido de la libertad y del ejercicio de los derechos de los individuos, a los que no se puede hurtar su capacidad de elegir algo que no perjudica a nadie y beneficia a muchos, especialmente a los alumnos con necesidades de aprendizaje.
Por último, la razón más importante para defender la libertad de elección de lengua es pedagógica: la lengua materna (o la lengua de libre elección) es la más adecuada para la asimilación de contenidos y competencias científicas y humanísticas, algo especialmente importante en el caso de los niños más desfavorecidos.
PLIS. Educación, por favor apoya, pues, la libertad de elección de lengua vehicular en la enseñanza de la plataforma "Hablamos español", sin que ello sea obstáculo para incorporar progresivamente la otra lengua oficial.
