5 de marzo de 2016
Quiero comenzar este artículo con una explicación para que nadie se
sienta ofendido. Aunque les haya sorprendido el título, amables
lectores, no pretendo insultarles. Se trata de un remedo de la famosa
frase de asesor de Bill Clinton en la exitosa campaña presidencial norteamericana del año 1992, en la que derrotó a George Bush
padre. La expresión «es la economía, estúpido», con la que el equipo de
Clinton proponía medidas contra la dura recesión que afectaba entonces a
los Estados Unidos, se convirtió en un referente en el marketing
político y ha sido desde entonces una de las frases más repetidas por
los expertos del mundo económico.